Las cartas de los restaurantes, los menús escolares, las tiendas de alimentación y las propias mesas de los hogares cada vez se llenan más de alimentos de origen local cuya comercialización ha crecido en popularidad, muy por encima de lo que podría considerarse una moda pasajera.
Las nuevas oportunidades de negocio que conectan a productores sostenibles con consumidores responsables vienen avaladas por las cifras de negocio y mejoran objetivamente la eficiencia económica y la viabilidad de los productores a largo plazo. Beneficios que pueden aumentar aún más con las ventas de excedentes al optimizar los recursos, logrando una mayor eficiencia operativa a un menor coste de gestión. El incremento de la rentabilidad por esta vía, además, pone en valor el conocimiento y el esfuerzo invertido por los productores.
En el mundo globalizado, mantener hoy abierta una explotación agraria o una granja supone un elevado desafío: desde la producción agraria hasta la gestión comercial y comercialización, los productores del sector primario tienen abiertos muchos frentes y los vientos no corren a favor. En España, por ejemplo, los contratos laborales en la agricultura han caído un 14,5 % durante el primer semestre del año en comparación al mismo periodo del 2021. En total, se han celebrado 1.248.638 contratos de trabajo, de los que el 25,8% son indefinidos mientras que el año pasado la temporalidad era del 95,7% lo que es el mejor dato de la comparativa.
¿Qué nuevas oportunidades de negocio hay actualmente para productores agrícolas?
Los productores, además de necesitar las herramientas de cultivo, necesitan disponer también de herramientas para construir un negocio fuerte que aproveche todas las oportunidades de vender sus productos. Como estrategia de gestión de riesgos, el sector primario a menudo utiliza canales múltiples de venta. La construcción de una cultura del consumo responsable con más calado social y la irrupción de las nuevas tecnologías ha sido determinante en el éxito de experiencias novedosas para rentabilizar adicionalmente la producción agrícola haciéndola también más sostenible.
Sistemas alimentarios locales
Los sistemas alimentarios locales están creciendo a medida que los consumidores exigen productos de proximidad y unos vínculos más fuertes con los agricultores y ganaderos de su entorno.
Se trata de sistemas comunitarios que implican y conectan a muchas partes interesadas: productores, consumidores, educadores y otros miembros de la comunidad.
Estos sistemas dinamizan las comunidades locales, tanto rurales como urbanas, de muchas formas distintas. Suponen destinar más ingresos por parte de los hogares en alimentos producidos en su entorno y en las zonas rurales, además, ofrecen nuevas oportunidades de trabajo que pueden ejercer más poder de atraer o retener a la población más joven.
Los programas “De la granja a la escuela”, son parte y ejemplo de los sistemas alimentarios locales, y tienen como objetivo proporcionar a los niños información para que en el futuro puedan tomar mejores decisiones de compra en alimentación.
Los consumidores se muestran más interesados en apoyar a los productores locales cuando perciben los beneficios sociales. Por su parte, los productores pueden colaborar con los colegios en programas educativos, participar en proyectos de huertos urbanos o llegar a las personas más vulnerables a través de campañas estacionales o de los bancos de alimentos presentes en la localidad.
El comercio electrónico y las nuevas tecnologías en el sector de la alimentación
Con la creciente demanda de alimentos locales y saludables, los productores están encontrando formas innovadoras de acceder a mercados nuevos gracias al desarrollo de la tecnología alimentaria, un sector en el que nuestro país, máximo abanderado de la dieta mediterránea, tiene mucho que expresar a nivel internacional.
FoodTech
Con este término se define la industria que aprovecha las nuevas tecnologías digitales en todas las fases de la cadena alimentaria para producir, almacenar, procesar, envasar y distribuir los alimentos. Incluye tanto el sector agrícola (o agritech), el desarrollo tecnológico en trazabilidad y seguridad alimentaria, el diseño de maquinaria y sistemas de envasado o la creación de nuevos alimentos para satisfacer otras preferencias de consumo.
E-grocery
Las plataformas de comercio electrónico de alimentación son otro de los negocios emergentes y que más ingresos adicionales pueden proporcionar a productores y fabricantes. Su propósito es la venta on line de productos de alimentación y con el foco puesto en el cliente según sus preferencias de consumo. Con la aplicación de la tecnología, este modelo de negocio puede operar como un verdadero “Food Hubs” coordinando centralizadamente almacenamiento y logística con estrictas medidas de seguridad alimentaria para comercializar alimentos locales con entrega rápida a domicilio.
Dentro de ellos, modelos como el de Remolonas, especializados en revalorizar excedentes, tienen un plus de valor al reducir la pérdida de alimentos de productores y transformadores. El desperdicio de alimentos mundial es un grave problema de fuerte impacto económico y medioambiental por lo que una plataforma como la nuestra conecta a los consumidores que buscan soluciones al desperdicio de comida con productores que comparten su experiencia y rentabilizan los alimentos que se rechazan en las líneas comerciales generales por los cánones de tamaño, forma o por otros aspectos coyunturales del mercado.
Procesamiento de Alimentos
Los productores pueden obtener ingresos adicionales mediante la venta de productos de “valor añadido”, ya sea por su manipulación posterior a la cosecha, por su procesamiento y envasado o por desarrollar productos acabados como, por ejemplo, mermeladas, harinas o escabeches. El procesamiento de alimentos, incluidas las instalaciones móviles, puede proporcionar beneficios para agricultores y comodidad a los consumidores.
Agroturismo
Este tipo de turismo consiste en alojarse en granjas para disfrutar no sólo del entorno natural, sino también de un conjunto de actividades educativas y recreativas que proporcionan a los visitantes una experiencia inmersiva en la agricultura. El agroturismo genera ingresos adicionales y diversifica las operaciones, lo que ayuda a reducir los riesgos de la agricultura.
Una de las modalidades con mayor aceptación en nuestro país es el Enoturismo o “turismo del vino”, con visitas a viñedos y que está estrechamente vinculado tanto al turismo gastronómico como a las actividades de maridaje y que pueden también compartir un contexto cultural o ligado al patrimonio histórico del lugar.
En definitiva, existen muchas opciones que los productores de alimentos pueden aprovechar para llevar adicionalmente sus productos hasta el tenedor de los consumidores. Oportunidades como la rentabilización de excedentes que ofrece Remolonas proporciona, sin duda, el volumen y la solvencia necesaria para llegar hasta más mercados a la vez que se lucha contra el desperdicio alimentario.